He querido ser periodista y escritora desde que tengo uso de razón. No sé muy bien en qué orden fue cada una de ellas pero lo que sí sé es que ya con 3 años me gustaba contar historias y leerlas- o por lo menos- eso dice mi madre. Solía hacerlo en cualquier lado hablando“por lo bajini”. Me las inventaba y luego corría a plasmarlas en un papel. Y las regalaba a los que tenía alrededor. Aquellas historias producían un efecto en los que la recibían muy parecido a lo que entiendo yo por felicidad y eso, siempre me ha animado a escribir, aunque ahora la parte literaria la tenga un poco abandonada.
A medida que pasaba el tiempo y empezaba a trabajar en este mundo de la comunicación, descubrí que había historias emocionales alrededor de las marcas y de las personas con las que trabajaba y que yo quería elegir las palabras apropiadas para contarlas. Darles a cada una el tratamiento de excepcionales y singulares que se merecían. Colocarlas en la posición correcta y darles esa visibilidad que a mí me parecía fundamental.
Me gusta pensar en estrategias, crear conceptos y desarrollar ideas nuevas. Darle la vuelta a la tortilla cuando por un lado no ha salido como esperaba y adelantarme a lo que está por llegar. La versatilidad la llevo por bandera, el cuidado en el detalle, la cabezonería y la exigencia también.
Busco siempre conexiones entre las empresas que confían en mí y en mi marca -MGC&Co- porque creo que la unión hace la fuerza y que juntos podemos conseguir mejores resultados.
Dejo libre un pedacito de mi corazón para cada proyecto que emprendo y mido cada acción que realizamos al máximo porque los datos siempre nos dicen si estamos en el camino adecuado.
Desde que tengo uso de razón siempre me ha encantado el mundo audiovisual. Cuando era pequeña siempre me quedaba fascinada viendo películas hasta tal punto que mi padre tenía que comprarlas de nuevo porque las rayaba de tanto verlas.
Cuando comenzaron las redes sociales descubrí un nuevo mundo, donde todos estábamos conectados y por eso cuando tuve que decidir mi futuro lo tenía claro, estudiar Comunicación Audiovisual y Redes Sociales.
Ahora estoy fascinada de poder crear las “películas” de nuestros clientes y sobretodo gestionar sus redes sociales para dadles a conocer al resto del mundo.
Cada vez que me preguntaban que qué quería ser de mayor, yo siempre entonaba el ‘Mamá, quiero ser artista’, y de hecho mi sueño frustrado es que de pequeña nunca me llevaron a Lluvia de Estrellas con Bertín Osborne. Cuando crecí un poco más, y ya con uso de razón, me di cuenta de que había ciertas cosas que se me daban mejor que otras: entre ellas escribir, comunicar, hablar en público… Porque la verdad es que los números no eran lo mío. Ahí tuve claro que quería estudiar Periodismo.
Fue complicado cuando, al aplicar a la Universidad, te pedían que pusieras varias opciones de carreras que te gustaría estudiar, por si la opción 1 salía mal. Yo nunca tuve plan B. No quería dedicarme a otra cosa que no fuera esa. Y al final lo conseguí, aunque por desgracia el mundo del Periodismo ha ido cambiando y evolucionando tanto que pocos son los privilegiados que se pueden ganar bien la vida con la profesión. Tuve una época en la que estuve muy cegada y empeñada en que si no transmitía historias en papel o hablaba a través de las ondas, nunca conseguiría mi meta… Pero las metas cambian, y uno mismo también.
Actualmente me encuentro formando parte de un proyecto precioso y que me apasiona: MGC&Co. La comunicación corporativa no era algo que estuviera en mi radar, pero desde que me dedico a ello cada vez me gusta más. Porque te sientes partícipe no sólo de tu propia empresa, sino también de los sueños y las ilusiones de otros. De proyectos que están naciendo o de otros ya más consolidados de los que aprendes cada día y en los que puedes aportar ideas y valor para seguir creciendo juntos. En MGC&Co. he aprendido eso: a nutrirme de todas las personas con las que trabajo, a innovar y a pensar en ideas, estrategias y acciones novedosas que puedan hacer crecer a nuestros clientes y a nosotras mismas, a implicarme en proyectos que siento como míos y a trabajar con un grado de implicación muy alto y siempre enfocado a conseguir objetivos y resultados.
Inmersa en los deportes desde que nací. Siempre con una pelota entre mis pies o encestando en una canasta. Con el sueño de querer ser deportista profesional, acabé por pasarme al otro lado, al lado de la información. A partir de ese momento quería vivir y contar las noticias al mismo tiempo. Informar de lo que pasaba era mi pasión, aunque si eran deportes mejor que mejor.
Radio, televisión, medios digitales… Una trayectoria profesional en la que no tenía cabida otra cosa que no fuese ‘periodismo’. Concretamente, en mi cabeza siempre rondaba la composición ‘periodismo deportivo’. No había otro trabajo que desease más que ese. Pero mi cabeza truncó el deseo del corazón y se interpuso el marketing digital. Comencé una etapa en el mundo del posicionamiento en Google y del community manager, y me encantó.
La guinda al pastel fue la agencia en la que estoy ahora, MGC&Co, que me ha dado la oportunidad de dar un paso hacia adelante en mi trayectoria profesional y abrir otros campos impensables. Probar la comunicación corporativa y las relaciones públicas ha sido todo un reto, pero también ha sido un mundo que me ha cautivado. Me ha fascinado tanto, hasta tal punto, que podría suplantar mi sueño por la comunicación.